sábado, 20 de mayo de 2017

La Salobreja se casa con la adrenalina

Jaén Paraíso Interior 6 (3) - (1) 6 Magna Gurpea Navarra || Los andaluces fuerzan el tercer partido de la eliminatoria en un encuentro que estuvo alimentado por multitud de alternativas y sucesos variopintos, desde cesiones hasta goles fruto de la tensión, pasando por expulsiones, intensidad y, sobre todo, mucha emoción. La Salobreja dio muestras de que es capaz de mantener un ambiente ensordecedor durante más de 50 minutos de juego (fotografías: Pedro Jesús Chaves/Jaén FS).


Es difícil para un cronista mostrar al lector, a través de las palabras, lo mucho que da de sí la realidad, que se estira como un chicle y en cualquier momento puede romperse, volver a su estado original o quedar planchada y flácida. Es una tarea más compleja relatar cómo actúa la emoción en las 1.200 personas que se dieron cita en La Salobreja para animar a su equipo y forzar un tercer partido que supo a oxígeno. Por mí, yo les hubiese escrito: "Haber bajado y experimentado en persona". Porque lo que allí se vivió, si uno no está acostumbrado a la adrenalina, derivaría en una taquicardia casi mortal.

Fue un matrimonio especial el que se vivió entre La Salobreja y una invitada que primero fue tímida y después se tornó despampanante: la adrenalina. Los primeros minutos que se experimentaron en el pabellón hacían más ruido que juego había sobre la pista, donde no se observaba nada suficientemente llamativo como para exaltarse. A los tres minutos sí pegó un brinco Martil para inaugurar el marcador, ocho segundos antes de que Mauricinho empatara la contienda. La rápida reacción local sirvió para calmar los nervios, hasta ese momento clavados en la piel como cristales tras lanzarse por una ventana. El contacto era evidente entre dos equipos que no rehuyen el baile pegado, les gusta la batalla física y, en esas, el Jaén bailaba sobre una cuerda de funambulista mucho más fina que su adversario. No tenía red donde caer. Ahí, en la duda de si mantener el equilibrio o mirar al frente, se resbaló cuando más creía tener la situación controlada.

Javi Alonso tocó con el brazo una pelota en área propia que no conducía a nada y que fue directo a la desesperación. Eseverri transformó el penalti y, minutos después, Saldise aprovecharía un error de Chino para apuntalar la ventaja en dos goles. El navarro sacó la puntera en dos ocasiones: una para robar el esférico y otra para ponerlo lejos de Dídac. Por suerte para los andaluces, Mauricinho volvió a ponerse los calzones por fuera y se vistió otra vez de superhéroe a los pocos segundos. Recortó sobre Yoshikawa y, con el interior, abrió la boca de la escuadra y se la metió con firmeza. Dio hasta gustirrinín. El brasileño —responsable de sostener a su equipo en la primera parte— no dejó que el marcador reposara y sus compañeros se enfriaran. Habría que actuar rápido, mientras uno estaba vivo y caliente.



Con ese ímpetu apareció el mejor Jaén. Combinativo, solidario, lúcido...aunque demasiado fallón. La quinta falta del Magna Gurpea, a siete minutos del interludio, les dio confianza. Una triangulación al primer toque entre Mauricinho, Javi Alonso y Víctor Montes terminó con el jiennense —con muchos y buenos minutos sobre la pista— mandando el balón cerca de la escuadra. Después Mauricinho buscó una pelota aérea, que parecía tener espinas, la bajó con el pecho de hierro y le dio tiempo a revolverse para disparar. No embocó, pues Asier también participaba en el choque (y de qué manera). La calentura le venía de escándalo al local, como si subiera su barra de vida en el argot de los videojuegos. El meta navarro se sentía de esa manera, inhumano, cuando hizo dos intervenciones propias del mundo de las consolas. Una a Solano y otra a Fabián en el rechace. Dos intervenciones espectaculares. De ese saque de esquina vino el cuarto tanto pamplonés. Asier interceptó el esférico e hizo un saque en largo hacia Martel, que con su habilidad con la puntera depositó el útil en su sitio, donde parecía haberle dicho que no saliera, dada la celebración. El final de la primera parte dejaba dos lecturas: el Xota expuso máxima efectividad y el Jaén, con errores en la retaguardia, no gozaba de una salud espléndida.

Tras el intermedio llegaría la cascada de oportunidades amarillas. No tardaron demasiado los jiennenses en mostrarle a Asier cuál sería el plan previsto: un bombardeo incesante. Muchas veces, los balones no le llegaban al portero, pues sus compañeros harían un excelso trabajo de ayudas en el que taponaban cualquier tentativa de remate amarillo. Dani Martín tuvo hasta tres oportunidades francas para acortar la distancia, aunque el efecto más inmediato fue alargar la ansiedad, tan poco oportuna. La propuesta del Xota se bastó en esperar a que las oportunidades cayeran del cielo. Dada la fragilidad de la zaga andaluza, así sucedió. Martel falló un 1vs1 contra Dídac y Rafa Usín —cerebro verde— casi acertó a embocar una vaselina sutil. Mientras, el Jaén perdía pelo del estrés al no acertar a meter la pelotita ni aun con rebotes de cabeza. Además, hubo fases en el encuentro que estuvieron más pendientes de protestar que de jugar, menos Mauricio, que robó una pelota y se fue directo hacia la portería para poner el 3-4. El brasileño ha demostrado a lo largo de su trayectoria que es el hombre perfecto para los goles decisivos.



Este lo fue, porque la grada se enchufó y el equipo lo notó. Encendieron el cohete en poco tiempo, aunque el justo para que el Magna siguiera asustando en algún contraataque. El calor en el pabellón ya era irrefrenable y entre Boyis y Solano lo refutaron con la jugada más antigua del fútbol sala: balón al pívot. La pisada del cordobés permitió al otro cordobés fusilar a Asier dentro del área al optar por la razón más placentera: chut al ángulo cruzado. Dani Martín completó la remontada con una jugada que empezó con un caño involuntario y terminó con un regate a Asier con toda la intención que uno puede tener. Con tantos cadáveres dejados a su rastro —medio equipo al menos—, el salmantino metió a puerta vacía y reclamando mérito a la grada, que se lo quería comer. A besos.

Los mismos aficionados cantaban "olés", pues veían que la tarea más complicada estaba hecha, pero no completa. El Xota lucía cansado, como lleva reflejando el resto de la temporada, quizá por eso el espejismo hizo confiarse a la grada. Araça se vistió con portero-jugador a falta de tres minutos y en la primera jugada consiguió el empate. Un remate de Saldise no halló un despeje sólido de Dídac, que dejó el balón muerto en el área para que lo remachara Usín y firmara el empate. Con la igualada, Imanol Arregui prosiguió con su apuesta con el juego de cinco, algo que le honra y que plantea con independencia del torneo o el rival. Sin embargo, la mala fortuna le hizo encajar gol en un mal cambio de cancerberos. La portería quedó desguarnecida y Mauricio metió la puntera en una pelota que protegía Eseverri, más bien a modo de despeje, y que tomó color y sonido cuando se dirigió hacia el gol sin remedio. Todo parecía sentenciado. ¿Qué más podía pasar si no? La respuesta la tenía Usín, con un disparo a la escuadra a falta de cinco segundos para el final. Prórroga.



No se crean que no pasó nada, pero los locales estaban más enteros. Boyis tuvo dos oportunidades francas, Mauricinho seguía tan activo como un renacuajo y Yoshikawa se puso de portero-jugador. Uno, desde la grada, pensaba en dos motivos: a) Arregui no tenía nada que perder y b) sus compañeros necesitaban oxígeno. La verdad es que se quedaron sin los pulmones de Eseverri, expulsado por doble amonestación, y el choque se fue irremediablemente hacia los seis metros. Ahí, Araça lanzó un penalti de alevín y Dídac sólo tuvo que poner el pie. Después, Solano marcó el decisivo para, una vez más, ser el héroe de la marea amarilla.

De esta forma, el Jaén Paraíso Interior fuerza el tercer partido de la eliminatoria, que tendrá lugar este domingo, a las 12:30 horas, y en el que nos conformamos con que sea la mitad de emocionante que su antecesor.


Dani Rodríguez e Imanol Arregui analizaron el encuentro




Antonio Pulido Casas@Ninozurich


Ficha técnica:
Jaén FS: Dídac; Boyis, Mauricio, Chino y Mauricinho —quinteto inicial—; Fabián, José López, Víctor Montes, Dani Martín, Javi Alonso y Solano.
Xota: Asier; Eseverri, Roberto Martil, Dani Saldise y Rafa Usín —quinteto inicial—; Araça, Víctor Arévalo, Yoshikawa, Alvarito y Eric Martel.
Goles: 0-1, min.3, Roberto Martil; 1-1, min.3, Mauricinho; 1-2, min.8, Eseverri (penalti); 1-3, min.11, Dani Saldise; 2-3, min.11, Mauricinho; 2-4, min.16, Eric Martel; 3-4, min.30, Mauricio; 4-4, min.33, Boyis; 5-4, min.35, Dani Martín; 5-5, min.38, Rafa Usín; 6-5, min.40, Mauricio; 6-6, min.40, Rafa Usín.
Árbitros: Fortes Pardo y Martínez Flores (Murcia) amonestaron a Boyis, Fabián, Mauricinho, Rafa Usín y expulsaron a Eseverri por doble amonestación.
Incidencias: Partido correspondiente al segundo punto de la eliminatoria de cuartos de final por el título de la LNFS, celebrado en el Pabellón de La Salobreja ante más de 1.200 personas.

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