jueves, 9 de marzo de 2017

La pantera tiene hambre

La crudeza ha golpeado al FC Barcelona Lassa, aunque parezca imposible. Que las dudas se ciernan en el equipo blaugrana, a pesar de mantenerse en segunda posición en la Liga, se debe a que cuatro de sus mejores jugadores no participarán en la Copa de España. Sergio Lozano, Batería, Rómulo y Aicardo no estarán a las órdenes de Andreu Plaza, lo que iguala aún más las cosas frente al Xota, este jueves, a las 21:15 horas. Sin embargo, les queda Ferrao, segundo máximo goleador de la competición doméstica y un auténtico vendaval para cualquier defensa (fotografías: Ernesto Aradilla).


En el FC Barcelona Lassa se han oscurecido los días desde que Rómulo se machacara la rodilla en el amistoso que disputaron Portugal y Rusia. Si la temporada ya estaba tocada por la incertidumbre y la atrocidad ante las ausencias permanentes de Sergio Lozano y Batería, el mes de enero terminó de fastidiar los planes de Andreu Plaza cuando marchaba líder de la competición a pesar del destino. A pesar de todo. El club decidió tirar de Sergio González y Xavi Cols para completar las convocatorias —con papeles testimoniales— antes de conocer, para mayor disgusto, que Aicardo y Batería volvían a lesionarse el día de su reaparición y que se perderían la cita más esperada del año. "Merma un poco, pero estamos excelentes jugadores. Los que vamos a Ciudad Real somos suficientes para suplirlos. Hace poco jugamos contra un gran rival y dimos la cara. Estamos capacitados para ganar, lo hemos demostrado contra el ElPozo o el Inter, que estábamos por debajo en el marcador, y no creo que sea distinto ahora. Hay que estar muy concentrados porque no hay tiempo para recuperarse. Ahora toca disfrutar y pensar en el partido", comenta Ferrao, uno de los pocos bastiones en los que se sustenta el Barça entre la tenebrosidad.

La llegada de Rafa López, apenas sin tiempo de aclimatarse, alivia el dolor sin que llegue a desaparecer. Las victorias en Murcia o Torrejón de Ardoz mejoran el ánimo, pero no esconden que la Copa de España es un torneo corto en el que nada vale una victoria puntual: hay que concentrarse en los tres partidos. Y eso es algo que el Barça no ha manejado de la mejor forma posible, con fases en los encuentros en los que la irregularidad (poco a poco más controlada) le han chafado algunos puntos, como en esos tres goles encajados en 90 segundos en Gran Canaria. "Creo que la clave es la cabeza. Estar lúcidos y centrados para que en el momento preciso no fallemos. En otras copas lo hicimos cuando no debimos y ahora tenemos que concienciarnos para cuajar un excelente partido. Es importante el factor psicológico y mantener la calma para hacer un buen fútbol sala y mantener la buena dinámica. Sabemos de la dificultad, pero tenemos que seguir haciéndolo como en el resto temporada y con la cabeza centrada en que debemos ganar", dice con optimismo el pívot. Sobre su nuevo compañero, con el que ha compartido pocos entrenamientos, destaca su calidad: "Es un gran jugador, ya lo conocía de enfrentarme a él. No tengo duda de que aportará muchísimo, a pesar de que tiene poco tiempo para entrenar con nosotros".

El pívot descarta la ansiedad. Es el más desequilibrante de su equipo y entre los que más de la Liga. Su finura es asombrosa, como si una lavadora se colara por una cerradura. Tal poderío le ha valido para alzarse como segundo máximo goleador de la LNFS, con 23 goles, sólo superado por Paradynski (27). Está en un momento dulce en el que a los defensas les salen chichones de sólo pensar cómo anticiparse a sus movimientos. "Espero que pueda seguir ayudando así en la Copa para que volvamos con el título. Estamos todos muy ilusionados. Me encuentro muy concentrado. Trabajamos durante toda la temporada para este momento y la parte final de la Liga. Ya ha llegado el momento. Particularmente estoy preparado y no tengo dudas de que el equipo también está listo para ello", confiesa una de las figuras de la competición doméstica.

Sin embargo, el brasileño todavía no tiene ningún buen recuerdo de España en forma de título desde que llegó a la entidad culé hace casi tres años. Especialmente dolorosos son los que vivió en Ciudad Real, hace dos años, al perder el título ante el Jaén FS, y en Guadalajara, hace 365 días, al caer en semifinales frente al ElPozo Murcia. Quiere revertir la situación. Lo primero que se le viene a la cabeza cuando le recuerdo los antecedentes es que pudieron "haber ganado". "En el momento clave fallamos en el título del Jaén. El año pasado, a pesar de que estábamos en un buen momento, también perdimos contra el ElPozo. Este año es distinto porque hemos demostrado que en muchos momentos delicados, cuando estábamos perdiendo, logramos remontar. Este factor es muy importante en la Copa, tener la capacidad de darle la vuelta. Puede pasar. La confianza es la clave del equipo", se hace fuerte el barcelonista.

Como en los últimos años, repetirá el Xota como adversario en la Copa de España. Aunque pareciera un enfrentamiento sencillo, dado que los 12 últimos partidos se han contado por victorias catalanas, no es un equipo que agrade en exceso a Ferrao. Ha jugado nueve partidos frente a los navarros, pero su producción goleadora se ve fuertemente afectada, ya que ha metido cuatro de los 36 que el Barça anotó. Esto es, sólo un gol del pívot por cada nueve que marca su equipo contra la plantilla de Imanol Arregui, lo que es extraño para un jugador de sus circunstancias, generador de muchas ocasiones en un mismo partido. Me dice que no le preocupa, que quiere que el equipo venza: "Los goles no me molestan mucho porque intento ayudar siempre como puedo. La clave es ganar sea como sea".

Se ha despertado entre ambos conjuntos una rivalidad de especial acuño que convierte sus partidos en choques frenéticos y calientes. Uno se da cuenta de esta afirmación cuando, efectivamente, tiene ganas de que llegue cuanto antes. "Sabemos cómo juegan, partidos duros, compiten muy bien, con mucha calidad, y tenemos que estar atentos al máximo para que no nos pille por sorpresa", asevera Ferrao, que en sus palabras también es palpable que está deseando tocar bola.



El FC Barcelona tiene ante sí un reto mayúsculo entre dos aguas. Un tercer año en blanco sería un golpe difícil de encajar por la directiva, pero al mismo tiempo habría que valorar que se trata de una temporada de transición con un fuerte peso de la cantera. Es una situación tan excepcional que todo dependerá del balance final, donde las sensaciones y la competitividad del equipo podrían tener más peso que unos hipotéticos títulos. Huelga decir que levantar el título en Ciudad Real mandaría todos estos algoritmos a tomar viento.

Antonio Pulido Casas
@Ninozurich

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