El Levante le pica al Jaén

Levante UD 2-1 Jaén Paraíso Interior || Los granotas aprovechan la derrota del Burela y salen de la zona de descenso en un partido en el que se sobrepusieron al empate al filo del descanso e hicieron méritos para salir con el máximo de puntos posibles de su pabellón. El Jaén desaprovecha una oportunidad de oro y puede quedar descolgado de la cuarta posición en un nuevo choque sin puntería (fotografía: Levante UD).

Que el partido entre el Levante UD FS y el Jaén Paraíso Interior no iba a ser para jugadores de porcelana se supo desde que ambos conjuntos se enfrentaron en la Copa del Rey, con victoria granota. En El Cabanyal se puso de manifiesto que las rencillas aún estaban frescas y cada acción se traducía en encontronazos y enganchones entre unos jugadores y otros. Además, ninguno de los dos técnicos principales estaban en el banquillo, por lo que fueron David Gaspar y Javi Roca los que los sustituyeron.

Tras un inicio con ímpetu local, los jiennenses fueron poco a poco haciéndose con el partido, con largas posesiones o acciones de estrategia, pero sin la profundidad necesaria para molestar a Yeray. Era una sensación de dominio ficticia, pues las ocasiones más peligrosas tenían al Levante como protagonista. Dani Cabezón tuvo que intervenir en un par de ocasiones de 1vs1 para evitar la desigualdad. Las chispas saltaron cuando Boyis empujó con el pecho a Jé y este cayó al suelo: las brasas no estaban apagadas. Casi a continuación, el propio Jé sacó el balón desde su campo con un buen autopase y la banda despejada. Llegó  con suficientes fuerzas como para ceder el balón a Cecilio, que esperaba en el área con la baba caída y con el interior posó el balón cerca del palo.

A raíz de ahí el Jaén necesitó de sus figuras para darle la vuelta al marcador. Una acción en banda derecha de Campoy terminó con un disparo al larguero del catalán, en primera instancia, y otro de Mauricinho unas décimas después. Avisaba con ahínco el cuadro andaluz, pero debió esperar hasta el último minuto del primer período para que, en una acción de estrategia, Solano —con fortuna— nivelara la contienda con su disparo.

La segunda parte fue lo más parecido al vaivén de un barco. A veces para un lado y a veces para el otro. Ambos estaban concienciados de que este no era un enfrentamiento cualquiera y la tensión estaba presente, tanto por los puntos como por el orgullo. Un intercambio de golpes en el que la desesperación jiennense no le bastaba. El poco rédito lejos de La Salobreja parecía hacer mella y a los remates les faltaba algo. En estas aguas internacionales, sin dueño claro, el Levante se puso al público en la chepa y se vino arriba. A la salida de un córner, de nuevo Cecilio se vio tan solo en área contraria que no le quedó otra que anotar a siete minutos del final.

El juego de cinco era la posibilidad visitante, que pudo acabar en goleada si Lucho —con otro nuevo larguero— o alguna acción de Jé, pero nada pudo cambiar el resultado de 2-1. El botín le permite a los valencianos salir del descenso de nuevo y a los andaluces, desanimarse después de un resultado que no esperaban.