sábado, 19 de noviembre de 2016

El Ribera recupera la costumbre

Aspil-Vidal Ribera Navarra 3-1 Jaén Paraíso Interior || El equipo tudelano consigue la primera victoria de la temporada en su pabellón y revive antiguas sensaciones de garra y lucha ante un Jaén Paraíso Interior que venía con la moral alta tras su buen arranque liguero. La remontada de los navarros vino a confirmar que Pato continúa con su apuesta de buen juego tenga a quien tenga enfrente y sea quienes sean los jugadores con los que cuente (fotografía: Aspil-Vidal Ribera Navarra FS).


A este Ribera Navarra se le daba por muerto hace unas semanas en virtud de los pobres resultados que estaban cosechando y de la bisoñez de sus piezas, inexpertas en la Primera División de la LNFS. Se antojaba harto complicado que Pato, de nuevo, puliera unos diamantes con muchas más aristas que en temporadas anteriores. En este punto de la competición, tras la séptima jornada, se desconoce aún si conseguirá sacar brillo de los mismos, pero al ganar al Jaén Paraíso Interior se asegura que las primeras impresiones necesitan paciencia antes de cargar el revólver contra su plantilla. El tiempo es el aliado del entrenador, que juega siempre de la misma manera sin importar las piezas (suyas y contrarias) dispuestas en el tablero.

Ajeno a lo que estaba por suceder, el equipo andaluz dominó la primera parte con absoluto dominio. Es tradición que el equipo de Dani Rodríguez comience sus encuentros con una circulación de balón constante y fluida para hallar huecos, lo que surtía efecto por la fragilidad en los movimientos navarros, que en los primeros compases eran arrítmicos, como si Paquirrín quisiera bailar claqué. Los jiennenses se mostraban cómodos y llegaban a la meta rival con facilidad. En una acción sin aparente peligro, Mauricinho disparó desde lejos y rebotó el balón en un contrario antes de acabar en gol. Se hacía justicia de un modo cruel por la ejecución del tanto.

Los navarros apenas mordían en la presión y su daño llegaba por contraataques o transiciones ofensivas rápidas, aunque desordenadas. Una de ellas posibilitó un mano a mano que Dídac despejó con una de ellas, precisamente, fuera de su área. Los árbitros no señalaron nada y aquello motivó el enfado de la grada, que desde ese momento se tomaría a guasa las decisiones de los referís. El partido seguía los mismos derroteros hasta que los amarillos cometieron la quinta falta. Ahí cambió la historia y los locales se volcaron hacia la meta del arquero catalán, que debió emplearse en un par de ocasiones antes de que arribara el descanso con 0-1.

No pareció cambiar el choque tras el intermedio, pues eran los de la capital del Santo Reino los que aglutinaban el juego y las ocasiones acaecidas. Sin embargo, era extraño que los andaluces no aprovecharan sus oportunidades y eso hacía crear dudas. "Y si...". La poca precisión inquietaba a Dani Rodríguez y en un minuto cambió todo. Concretamente, en el 25. En ese momento Luisma completó un doblete en dos acciones rápidas y repletas de lucha. El riojano aceleraría la remontada de su equipo en un pispás y la caldera de Tudela festejaba que su "nuevo" equipo hiciera una demostración de orgullo.

Algo se cortocircuitó en la mente de los jiennenses, que no pudieron volver al buen juego del primer tiempo. Cuando están presos de la presión, el nerviosismo y la "obligación de" se aturulla de una manera visible y no concretan pases ni tienen las ideas claras. Sin estar por debajo en el marcador, gestionan de forma brillante el esférico, pero al introducirse en esa espiral en el que les agota el tiempo restante, se convierten en un equipo previsible. Para peor fortuna, las tarjetas amarillas comenzaron a llegar, casi todas debidas a protestas.

El Aspil-Vidal tenía la inercia del resultado a su favor y la motivación de vencer por primera vez ante su público les impulsó a mantener la intensidad e incordiar sobremanera a su adversario. Aunque generaron ocasiones, los jiennenses no estuvieron cerca de empatar y Molina no tuvo que esforzarse en exceso. Ni siquiera con portero-jugador existió un peligro constante las acciones visitantes, desactivadas, sobre todo, por un esfuerzo colectivo descomunal de los tudelanos, lo que les permitió anotar el tercero. No en las botas de Hamza, cuyo tanto fue anulado por una falta previa, sino por el lanzamiento de diez metros que motivó esa infracción y que fue Javivi el encargado de materializarlo para finiquitar el duelo.

De esta forma, los navarros salen de la zona de descenso y toman oxígeno y confianza de cara a las siguientes jornadas. Por su parte, el Jaén FS continúa sin ganar en Tudela y ya son cuatro las veces en las que no lo ha conseguido (dos empates y dos derrotas).


Antonio Pulido Casas
@Ninozurich

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