sábado, 1 de octubre de 2016

Rusia - Argentina: a un paso de la gloria

Europeos y sudamericanos disputarán esta tarde-noche, a las 14:30 hora local (21:30 horas en España), la primera final de su historia en un Mundial de Fútbol Sala. Los rusos, invictos en sus enfrentamientos directos ante la albiceleste, parten como ligeros favoritos. Antes, a las 12:00 horas (19:00 hora peninsular), Portugal e Irán lucharán por el bronce. 
(Fotos: FIFA via Getty Images | Montaje: LPNSM)
Tres semanas más tarde de aquel Cuba - Egipto en Medellin, el Mundial de Colombia bajará el telón competitivo esta tarde-noche, con la disputa del encuentro por el tercer y cuarto puesto, entre Irán y Portugal, y la gran final del torneo, inédita al tratarse de dos equipos que nunca había conseguido alcanzar tal meta

Caminos de rosas y espinas

El trayecto de ambas selecciones a dicho encuentro ha sido bien diferente, al quedar emparejados en dos mitades de cuadro con rivales de entidades dispares. Mientras que Argentina empezó superando a Ucrania en octavos, por la mínima (1-0), Rusia goleó a Vietnam en el duelo que inició la fase eliminatoria (7-0). 

Ya en cuartos de final, los de Diego Giustozzi se impusieron con suma facilidad a una Egipto que se había plantado a esa altura de competición tras apear a Italia, otra de las favoritas. Por su parte, los rusos hicieron lo propio con 'la roja de las dos estrellas'. Los hombres de Sergei Skorovich, que solo habían ganado uno de 21 a España, golearon al conjunto nacional por 6-2. 

Por último, las semifinales. Rusia quedó emparejada con la sorprendente Irán, culpable de la no presencia de Brasil en la lucha por las medallas, hito histórico. Aunque los asiáticos opusieron resistencia, los europeos accedieron a su primera final al vencer 3-4 para verse las caras con la albiceleste, una selección que consiguió 'barrer' de la pista del Coliseo 'el Pueblo' de Cali a la Portugal de Ricardinho y Cardinal. 

La estadística confía y motiva

Si bien es cierto que la matemática es una ciencia exacta, en días como hoy queda todo reducido a cenizas, puesto que la emoción, el honor y el orgullo que dos pueblos, de dos naciones, están en juego, y eso no se puede calibrar con cifras que, desde el prisma de la objetividad, otorgan a Rusia el cartel de favorito.

Seis han sido las veces que se han enfrentado ambos conjuntos, con un balance positivo a favor de los europeos, puesto que nunca han finalizado un duelo por debajo en el marcador, con tres victorias y tres empates y un cómputo global de goles de 20 por 11. 

Para encontrar el primer partido entre Argentina y Rusia nos tenemos que remontar al Mundial de España de 1996 y que finalizó con un 2-2. Cuatro años más tarde, y también en una primera fase mundialista, el tanteador registró un 7-1 que en Italia (2002), tendió a igualarse con un empate (1-1) y una nueva victoria del cuadro europeo. Los más recientes, ambos en Brasil (2008 y 2011), nos muestran la equidad entre ambos combinados nacionales (2-2 y 3-2). 

Al habla los técnicos

En declaraciones exclusivas a FIFA.com, los entrenadores de los dos equipos finalistas respondieron a las mismas siete cuestiones. El primero de ellos, Sergey Skorovich, asegura que tras el encuentro ante España aprendieron algunas lecciones importantes y que eso les hizo más fuertes como grupo: "el colectivo es lo principal. Ese día ganamos confianza y hoy pelearemos por dar a nuestro país un gran título. Amamos el fútsal y sería, para nosotros, un orgullo muy grande alzarnos con esta Copa".

Su homólogo, Diego Giustozzi, no se desmarca del seleccionador ruso al declarar que su grupo también experimentó un punto de inflexión: "fue ante Ucrania. Tuvimos una charla con la plantilla y notamos un cambio de actitud en ellos. A partir de entonces todo fluyó. Ganar, para nosotros, sería dotar de profesionalidad, en nuestro pueblo, a este deporte, una gente que vive de forma pasional el fútbol sala".

Antes, Irán - Portugal: a la 'caza' del metal

Previa a la gran final de Colombia (a las 12:00 hora local, 19:00 en España), portugueses e iraníes se verán las caras en el duelo de consolación por el bronce. Como teloneros de ese histórico partido, los lusos tratarán de finalizar su participación con un buen sabor de boca y, si puede ser, con el máximo goleador en sus filas (Ricardinho) y con el reconocimiento al combinado menos goleado.

Irán, por su parte, buscará cerrar con matrícula de honor un Mundial que ha servido para situar a los asiáticos en el mapa futsalista. Verdugos de Brasil, en octavos de final, los de Seyed Nazemalsharieh no tienen nada que perder ante una Portugal que tratará de repetir el éxito de Guatemala 2000, cuando se alzaron con tal preciado metal al vencer a Rusia por 4-2.

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