sábado, 3 de septiembre de 2016

PORTUGAL 0-1 ESPAÑA, LA CRÓNICA: "Pleno con ritmo Mundial"

Pleno con ritmo Mundial

PORTUGAL 0-1 ESPAÑA // España se impone en Gondomar a Portugal y se adjudica el triangular preparatorio para el Mundial de Colombia. Los de José Venancio López, desde el primer momento, mostraron una cara coherente con su juego y dominaron la faceta del tempo, en la que los lusos se fueron apagando poco a poco.


Foto: RFEF
La selección española de fútbol sala finiquitó una impoluta fase de preparación con su sexta victoria en seis partidos. Esta vez, fue Portugal, de nuevo, la selección que acabó derrotada por los hombre de José Venancio López, aunque en un encuentro mucho más duro que el disputado en Guadalajara, un test que sirvió como buen preámbulo antes de la cita mundialista, la que busca la tercera estrella en el pecho español.

La vigente campeona de Europa comenzó el encuentro de forma limpia y clara, madurando la jugada hasta hallar el hueco oportuno. A esta selección le obsesiona —en el buen sentido— la perfección, por lo que mantiene la posesión hasta que ve la luz. El pabellón Multiusos de Gondomar, sin voz en los inicios, parecía guardar un secreto, como si dar pistas al rival fuera un signo de debilidad. Poco a poco, con las oportunidades de Tiago Brito o la chilena festiva de Ricardinho, dejó la afonía para ayudar a sus compatriotas.

A veces, en esa faceta controladora mencionada anteriormente, me imagino a España como si estuviera compitiendo con un rival en categoría cadete, quien no termina de encontrarse a sí mismo e incluso observa con la mirada en el techo la estrategia hispana: La Roja de las dos estrellas, indiscutiblemente, presenta mejores variantes estratégicas no sólo de su rival de este sábado, sino de cualquiera al que se enfrente, aunque salgan fallidas. Es curioso cómo, sin embargo, Portugal contaba con ocasiones de mayor peligro, como en un larguero de Brito o un disparo raso de Djô que encontró a Fernandao sobre la línea de gol. Incluso el país vecino era capaz de conectar varias voleas, lo que sorprendía por la infrecuencia con la que España las "concede".

España no encontró puerta con peligro hasta que Miguelín, en un envío paralelo facilitado por Bebe, se plantó en solitario ante Cristiano, atinado en el despeje, o un remate lejano de Rivillos con nueva intervención del meta luso. Entonces, como si se cayera un yunque, apareció Miguel Ângelo y le puso maquillaje momentáneo a sus compañeros: intensidad en las entradas, un par de voleas y un control orientado exquisito que terminó en disparo inmediato enarboló a los suyos. Fue una fiebre temporal que incluso llegó a encarar a ambos banquillos.

España encontró la luz la primera vez que posibilitó un 2vs1 en campo rival. José Ruiz y Álex encimaron al cierre luso, pero la pelota acabó en Ricardinho que, escorado en su propio córner, vio como Pola le arrebató el balón y se lo ofreció a José Ruiz, cuyo disparo acabó rebotando en Cristiano y facilitando el trabajo a Pola. Primer gol en una acción que recordó a la voracidad de la Eurocopa. Desde ese momento, Portugal se apagó como si adquiriera complejo y España creó alguna ocasión clara, como el mano a mano entre Fernandao y Cristiano en el que el portero adivinó el recorte del hispanobrasileño.

Otra acción dura volvió a encarar a los dos equipos después de que Rivillos quedara tendido en el parqué. Se calentó innecesariamente el partido y Cardinal —que no jugó por unas molestias en un muslo— actuó como pacificador en una irónica paradoja. En lo deportivo, multitud de caños para celebración de la grada, incluido uno delicioso de Raúl Campos cuando se veía sin salida por delante y por detrás. La encontró bajo el parqué, hundiendo aún más el orgullo de André Coelho. Así se llegó al descanso, con sensación de una España más completa en el cómputo general.

El segundo tiempo obligó a Portugal a morder a España. Al menos, por contentar a su público. Expusieron más fluidez en su juego y, a pesar de un sistema anárquico (oxímoron), estuvieron en disposición de vencer a Juanjo en más de una ocasión. Los contragolpes también beneficieron al cuadro local y Ricardinho en una carambola, vio cómo el arquero español había salido de su zona de confort y la meta estaba libre. A pesar de la rapidez, su disparo se fue alto y la posibilidad de empatar, también.

El dinamismo se adueñó de la segunda parte, con mayor ritmo (y fallos) en las transiciones. Se aprovechó España de la desesperación adversaria y encadenó varias oportunidades con peligro. Ré, de hecho, salvó un disparo de Sergio Lozano que se colaba. Álex remató de cabeza (sí, de cabeza) y Bebé, milagrosamente, no sólo no encajó gol, sino que despejó con su pierna. En otra acción, Rivillos realizó un pase en diagonal hacia Álex en campo luso, el ciezano lo dejó pasar y el esférico le llegó a Pola, que no vio gol por muy poco.

Como en toda regla deportiva, si originas tempestades con 0-1 es posible que te llueva el chaparrón. Portugal estuvo cerca (muy cerca) de conseguir el empate cuando Ricardinho, en el segundo palo y sin oposición, remató alto de manera incomprensible, como si a Froome se le hubiera olvidado pedalear. Acto seguido, una combinación magnífica entre André Coelho, R10 y Bruno Coelho tampoco llegó a buen puerto, pero la grada se levantó como si quisiera destrozar los cimientos del pabellón. Se alocó de nuevo el partido y Portugal, con más confianza y un marcador ilusionante, se puso a combinar con más precisión que la vista hasta el momento.

Los dos últimos minutos, Tiago Brito jugó de quinto hombre sin mayor resultado que el choque contra la defensa española. Aun así, sus aficionados les aplaudieron por haber mantenido opciones hasta el último momento ante la vigente subcampeona del mundo y campeona de Europa, la misma que les eliminó en Belgrado en cuartos de final. España termina su preparación con seis victorias en seis partidos y con buenas sensaciones antes de viajar a Colombia el próximo 7 de septiembre.

Ficha técnica:
Portugal: Cristiano; Fábio Cecílio, Pedro Cary, João Matos y Ricardinho —quinteto inicial—; Bebé, André Coelho, Bruno Coelho, Ré, Djô, Miguel Ângelo y Tiago Brito.
España: Paco Sedano; Ortiz, Pola, Sergio Lozano y Álex —quinteto inicial—; Juanjo, José Ruiz, Bebe, Fernandao, Rivillos, Miguelín, Raúl Campos y Adolfo.
Goles: 0-1, min.13, Pola. Árbitros: Eduardo Coelho y Sérgio Magalhães.
Incidencias: Partido correspondiente al Triangular Preparatorio para el Mundial de Colombia, celebrado en el Multiusos de Gondomar (Portugal) ante unas 3.000 personas.

Antonio Pulido @Ninozurich

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