De poder a poder
Todo
"clásico" promete mucho antes de que el balón empiece a rodar, pero
éste ha sido un duelo increíble entre los cracks de cada equipo, el juego y las
aficiones, donde han mostrado algo más que los colores de sus camisetas. Barça
y Madrid han estado a la altura y han cautivado la atención de millones de
aficionados en todo el mundo con un espectáculo intenso y emocionante. Al final,
después de una lucha de poder a poder, de tú a tú, el resultado ha reflejado un
justo empate, insatisfactorio para unos y para otros
El Barça salía ante una
afición volcada, mostrando una "Senyera" como mosaico que rodeaba
todo el Camp Nou, luciendo en el medio y en grande la palabra:
"BARÇA!". Algo que se había cuestionado días antes del encuentro pero
que no fue nada distinto de lo que otras muchas veces este gran templo del
fútbol había mostrado antes: El apoyo incondicional del culé a su equipo dentro
de un marco muy "de la casa". El equipo salió motivado y a la vez,
con una defensa en cuadro, sin el gran capitán Carles Puyol ni Piqué, y con un
Mascherano que estrenaba pareja de baile, Adriano. Con unas bandas de dos
carrileros como Alba y Alves. Todo se presagiaba desconcertante.
El Madrid vio enseguida estas dificultades en defensa y ya se sabe que poco necesitan los "blancos" para hacerte un siete en estas circunstancias. Al Barça le costaba un mundo sacar la pelota jugada desde atrás debido a la gran presión del Madrid arriba y los culés no llegaban a trenzar como de costumbre. Muchas pérdidas de balón peligrosísimas en la medular, que ponían el corazón en un puño a más de un culé. Los Benzema, Cristiano y Özil estaban en su salsa. Mientras que Alves y sobre todo Alba, nada acostumbrado a verse superado y tener que recuperar la posición, era un filón para los "blancos". El Madrid lo sabía y no hacía más que buscar esos puntos de flaqueza a una defensa improvisada por obligación. Tito se lo miraba desde el banquillo sabedor de que aquello podía pasar, pero por más que intentaba dar instrucciones, el Barça sufría mucho y no creaba peligro al rival. Escenario perfecto para el contrario. Tanto era así que mientras el Madrid ya había tenido alguna ocasión clara, el Barça no se dejó ver por la portería de Casillas hasta el 21 de la primera mitad, con un tímido disparo de Iniesta. Pero estaba claro que el gol del Madrid tenía que llegar antes que ningún otro. Y a pase de Benzema, Cristiano se va por la izquierda y mete el primer tanto al primer palo de la portería que defiende Valdés. Era el casi previsible 0-1.
El Barça no conseguía rehacerse del mazazo del gol y el Madrid se hizo fuerte. Benzema tuvo otra clara, que no entró de milagro y que chocó al palo de la portería de Valdés. Un gol que hubiese supuesto un 0-2 doloroso para los locales. La hemorragia seguía para el Barça sin antídoto que la tapara y el Camp Nou veía cómo esta vez estaba muy difícil. Y para colmo de males, Alves tuvo que ser sustituído por lesión. La defensa imprevista retocada más si cabe. Salió Montoya en su lugar, que por cierto, ha hecho todo un señor partido mostrando su firme candidatura a la alternativa Alves. Tito ha tomado nota. Un Montoya que dió más seguridad en la pelota jugada desde atrás y que por arte de magia fue el principio de algo. El Barça logró entrar un par de veces arriba y en una de ellas, a la media hora de juego, el siempre avispado, listo y "enorme" Messi, batió a Casillas en un gol de puro 9. Era el empate y sobre todo, el punto de inflexión a todo lo visto hasta el momento.
El segundo tiempo fue del Barça, salvando las distancias de un rival como el Madrid, amo y señor de la primera mitad. Y aunque los de Tito Vilanova seguían algo ofuscados en defensa y en ataque pero el Barça era más Barça. Hombres como Xavi e Iniesta aparecían e intervenían muchísimo más y al Madrid le costaba asumir el mazazo de un marcador que podían tener más que a su favor. Un Montoya solidísimo atrás, un Mascherano que apagaba todos los fuegos defensivamente y con un Pedro arriba que se deshacía del rocoso Marcelo, combinando con el rey Messi. Esa era la nueva versión de un Barça que había cambiado muchas cosas respecto de la primera mitad.
Ahora la balanza estaba más a la par. El juego también se endurecía con faltas y agarrones que normalmente no eran pitados y con posibles penaltys que reclamaban unos y otros. Y en una de esas faltas cometidas por un Xabi Alonso que no vió la roja de milagro, la clava el argentino, el 10 del Barça dentro de la portería de Casillas sin que éste pudiera hacer nada. Un Messi que ha mejorado brutalmente sus lanzamientos de falta y que daba la victoria momentanea a los de casa. Era el 2 - 1.
Era el momento para ambos. A falta de 20 minutos para el final con todo por decidir, el Madrid da entrada a Higuain por Benzema y Tito hace lo propio dando paso a Alexis. Ambos movían piezas y el Madrid mordió por segunda vez. Otra vez un pase espectacular de Özil a Cristiano y el portugués no perdonó. Volvían las tablas en el marcador y en goleadores. Máxima emoción y rivalidad. Y aunque el tramo final del partido fue claramente culé, con ocasiones de Messi y de Montoya al palo, el 2-2 fue definitivo. Ninguno de los dos acabó contento, unos por empatar en casa y otros porque siguen a 8 puntos de distancia.
Lo que han dejado más que claro es que una vez más, un Barça - Madrid es mucho más que 3 puntos desde antes de que empiece el partido. El Planeta entero ha vivido el máximo exponente de este deporte encarnado en genios y "extraterrestres" del balón. Con estilos claramente distintos pero con las mismas finalidades. Ser los mejores. Y aunque hoy hemos visto a un gran Montoya, Mascherano, Xavi, Özil, Marcelo..... el mundo entero siente en carne viva todo lo que hacen Messi y Cristiano Ronaldo, seguramente los dos mejores jugadores que se disputen el Balón de Oro este año. Un triunfo donde hoy por hoy, el argentino aventaja claramente al portugués.
El Madrid vio enseguida estas dificultades en defensa y ya se sabe que poco necesitan los "blancos" para hacerte un siete en estas circunstancias. Al Barça le costaba un mundo sacar la pelota jugada desde atrás debido a la gran presión del Madrid arriba y los culés no llegaban a trenzar como de costumbre. Muchas pérdidas de balón peligrosísimas en la medular, que ponían el corazón en un puño a más de un culé. Los Benzema, Cristiano y Özil estaban en su salsa. Mientras que Alves y sobre todo Alba, nada acostumbrado a verse superado y tener que recuperar la posición, era un filón para los "blancos". El Madrid lo sabía y no hacía más que buscar esos puntos de flaqueza a una defensa improvisada por obligación. Tito se lo miraba desde el banquillo sabedor de que aquello podía pasar, pero por más que intentaba dar instrucciones, el Barça sufría mucho y no creaba peligro al rival. Escenario perfecto para el contrario. Tanto era así que mientras el Madrid ya había tenido alguna ocasión clara, el Barça no se dejó ver por la portería de Casillas hasta el 21 de la primera mitad, con un tímido disparo de Iniesta. Pero estaba claro que el gol del Madrid tenía que llegar antes que ningún otro. Y a pase de Benzema, Cristiano se va por la izquierda y mete el primer tanto al primer palo de la portería que defiende Valdés. Era el casi previsible 0-1.
El Barça no conseguía rehacerse del mazazo del gol y el Madrid se hizo fuerte. Benzema tuvo otra clara, que no entró de milagro y que chocó al palo de la portería de Valdés. Un gol que hubiese supuesto un 0-2 doloroso para los locales. La hemorragia seguía para el Barça sin antídoto que la tapara y el Camp Nou veía cómo esta vez estaba muy difícil. Y para colmo de males, Alves tuvo que ser sustituído por lesión. La defensa imprevista retocada más si cabe. Salió Montoya en su lugar, que por cierto, ha hecho todo un señor partido mostrando su firme candidatura a la alternativa Alves. Tito ha tomado nota. Un Montoya que dió más seguridad en la pelota jugada desde atrás y que por arte de magia fue el principio de algo. El Barça logró entrar un par de veces arriba y en una de ellas, a la media hora de juego, el siempre avispado, listo y "enorme" Messi, batió a Casillas en un gol de puro 9. Era el empate y sobre todo, el punto de inflexión a todo lo visto hasta el momento.
El segundo tiempo fue del Barça, salvando las distancias de un rival como el Madrid, amo y señor de la primera mitad. Y aunque los de Tito Vilanova seguían algo ofuscados en defensa y en ataque pero el Barça era más Barça. Hombres como Xavi e Iniesta aparecían e intervenían muchísimo más y al Madrid le costaba asumir el mazazo de un marcador que podían tener más que a su favor. Un Montoya solidísimo atrás, un Mascherano que apagaba todos los fuegos defensivamente y con un Pedro arriba que se deshacía del rocoso Marcelo, combinando con el rey Messi. Esa era la nueva versión de un Barça que había cambiado muchas cosas respecto de la primera mitad.
Ahora la balanza estaba más a la par. El juego también se endurecía con faltas y agarrones que normalmente no eran pitados y con posibles penaltys que reclamaban unos y otros. Y en una de esas faltas cometidas por un Xabi Alonso que no vió la roja de milagro, la clava el argentino, el 10 del Barça dentro de la portería de Casillas sin que éste pudiera hacer nada. Un Messi que ha mejorado brutalmente sus lanzamientos de falta y que daba la victoria momentanea a los de casa. Era el 2 - 1.
Era el momento para ambos. A falta de 20 minutos para el final con todo por decidir, el Madrid da entrada a Higuain por Benzema y Tito hace lo propio dando paso a Alexis. Ambos movían piezas y el Madrid mordió por segunda vez. Otra vez un pase espectacular de Özil a Cristiano y el portugués no perdonó. Volvían las tablas en el marcador y en goleadores. Máxima emoción y rivalidad. Y aunque el tramo final del partido fue claramente culé, con ocasiones de Messi y de Montoya al palo, el 2-2 fue definitivo. Ninguno de los dos acabó contento, unos por empatar en casa y otros porque siguen a 8 puntos de distancia.
Lo que han dejado más que claro es que una vez más, un Barça - Madrid es mucho más que 3 puntos desde antes de que empiece el partido. El Planeta entero ha vivido el máximo exponente de este deporte encarnado en genios y "extraterrestres" del balón. Con estilos claramente distintos pero con las mismas finalidades. Ser los mejores. Y aunque hoy hemos visto a un gran Montoya, Mascherano, Xavi, Özil, Marcelo..... el mundo entero siente en carne viva todo lo que hacen Messi y Cristiano Ronaldo, seguramente los dos mejores jugadores que se disputen el Balón de Oro este año. Un triunfo donde hoy por hoy, el argentino aventaja claramente al portugués.
MONTSE CANYETE
Ficha técnica:
FC BARCELONA: VALDÉS, ALVES (MONTOYA, MIN. 27),
MASCHERANO, ADRIANO, J. ALBA, BUSQUETS, XAVI, INIESTA, PEDRO, MESSI Y CESC
(ALEXIS, MIN. 61).
REAL MADRID: CASILLAS, ARBELOA, PEPE, RAMOS,
MARCELO, ALONSO, KHEDIRA, DI MARÍA (ESSIEN, MIN. 87), ÖZIL (KAKÁ, MIN. 80),
CRISTIANO Y BENZEMA (HIGUAÍN, MIN. 61).
MARCADOR: 0-1 CRISTIANO (MIN. 22), 1-1 MESSI
(MIN. 30), 2-1 MESSI (MIN. 60), 2-2 CRISTIANO (MIN. 65).
ÁRBITRO: DELGADO FERREIRO (COMITÉ VASCO). AMONESTÓ A LOS LOCALES PEDRO
(MIN. 39), BUSQUETS (MIN. 53), ASÍ COMO A LOS VISITANTES XABI ALONSO (MIN. 43),
ÖZIL (MIN. 56), PEPE (MIN. 77), ARBELOA (MIN. 89).
INCIDENCIAS: PARTIDO
CORRESPONDIENTE A LA JORNADA 7 DEL CAMPEONATO NACIONAL DE LIGA DISPUTADO EL DOMINGO
7 DE OCTUBRE EN EL CAMP NOU.
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