jueves, 15 de diciembre de 2011

INTER MOVISTAR,EL VALOR DE SER TERCERO PARA TERMINAR CAMPEÓN

Inter Movistar ha terminado la primera vuelta en tercera posición, tras un difícil comienzo de temporada. La irregularidad en los resultados, las lesiones y el cambio de entrenador han marcado una primera parte de campeonato, que ha terminado con el equipo asentado en su juego y enlazado cuatro victorias consecutivas. A pesar de haberse descolgado de la cabeza, prácticamente, desde el principio de temporada, Inter Movistar aún tiene mucho que decir en la 1ª División nacional.

Inter Movistar ha vivido en un continuo tobogán la primera vuelta de la 1ª División del fútbol sala español intercambiando victorias con derrotas, buenos partidos con actuaciones decepcionantes, dando en algunos encuentros una buena imagen y otros estando muy lejos del nivel que se le espera a un equipo hecho solo con un único objetivo, que no es otro que el de ganar.

Con el arranque de la temporada y la llegada de hasta seis nuevas caras al equipo (Pola, Matamoros, Rafael, Álvaro, Matías y Bateria) la afición recuperó la ilusión por un equipo que en las dos últimas temporadas, a excepción de la Copa Intercontinental, había decepcionado y no había dado la talla que tiene que tener un club con la magnitud de Inter Movistar.

Esta nueva ilusión se convirtió en euforia una semana antes de comenzar el campeonato liguero, justamente cuando Inter Movistar, con un excelso Matías, se alzó con su 10ª Supercopa de España imponiéndose a FC Barcelona Alusport, que llegaba a la final tras aplastar a ElPozo Murcia y con el bagaje del triplete conseguido en la temporada 2010/2011.

Una de cal y otra de arena

El arranque liguero refrendaba estas ideas ya que los interistas ganaron con solvencia a Marfil Santa Coloma, al que golearon por un rotundo 0-4. Por tanto, todo pintaba genial para el debut en casa en la segunda jornada ante Puertollano FS. El equipo comenzó ganando ese encuentro pero lo terminó perdiendo 2-3, resultado que ha sido una de las mayores sorpresas de esta primera vuelta.

En la tercera jornada, Inter Movistar tenía una gran piedra de toque al visitar a Caja Segovia. Los segovianos fueron superiores en los primeros 39 minutos, pero dos goles de Pola en apenas 10 segundos le dieron la victoria al equipo alcalaíno, el cual enlazó una nueva victoria ante Reale Cartagena en el Pabellón Caja Madrid, la primera ante su afición.

La tercera salida para Inter Movistar en liga fue a 7 km de Alcalá de Henares, concretamente lo que separa el Pabellón Caja Madrid del Pedro Garbajosa de Torrejón de Ardoz. En un excelente partido de los chicos de Carnicer, Inter Movistar salió goleado. La mala imagen del equipo tuvo graves consecuencias: David Marín fue destituido y Chema Jiménez el encargado de arreglar los desperfectos ocasionados en la plantilla.

Con nuevo técnico, tampoco funciona

A pesar de debutar el nuevo entrenador con victoria ante Azkar Lugo, Inter Movistar no levantó el vuelo y enlazó tres empates consecutivos (Ribera Navarra, FC Barcelona Alusport y Umacon Zaragoza). La decepción era palpable entre los aficionados que veían como el tren de la cabeza se alejaba, que los resultados no llegaban (4 victorias en 9 jornadas) y el juego no acompañaba. La racha del continuo empate se cortó con una nueva victoria en la ciudad complutense, ésta vez ante Benicarló.

La derrota con ElPozo, el punto de inflexión

Inter Movistar tocó fondo en la jornada 11 al salir derrotado en casa de ElPozo Murcia. Tras esta derrota en la que se barruntaba la marcha de Chema Jiménez y se dudaba de todo y de todos, el equipo se fue levantando. Desde entonces, cuatro victorias en otras tantas jornadas (en casa ante Fisiomedia Manacor, Triman Navarra y OID Talavera, y fuera ante A. Lobelle Santiago) han permitido que el cuadro interista termine en tercera posición esta primera mitad de fase regular y que el buen ánimo se haya instalado entre la afición de Alcalá de Henares de cara a la segunda vuelta del campeonato, que arrancará el próximo 22 de diciembre en el Pabellón Caja Madrid ante Marfil Santa Coloma.

Lo mejor de la primera vuelta

Dos aspectos pueden ser considerados como lo mejor de la 1ª vuelta para Inter Movistar: la afición y los jugadores.

Por un lado, Inter Movistar ha visto como en esta primera mitad de campeonato el público ha acudido en masa al Pabellón Caja Madrid. Una hinchada tachada de fría y pasiva ha pasado a ser una de las más fieles en cuanto a seguimiento de toda la competición. Una media superior a los 4.000 espectadores en los 8 encuentros que ha jugado Inter Movistar en Alcalá de Henares ha asegurado que se rozara el lleno en todos los choques disputados.

Por otro lado, la actitud de los jugadores y el rendimiento individual de cada uno de ellos es una de las claves para que Inter Movistar haya terminado solamente por detrás de Barça Alusport y ElPozo Murcia. La actitud y la entrega de todos los miembros del plantel de Chema Jiménez ha hecho posible que nadie haya destacado en demasía por encima del resto de compañeros y que ninguno haya rayado a un nivel por debajo de los demás, si bien ha habido diferencias de participación y protagonismo entre algunos jugadores. Aún así, ha sobresalido por encima de los demás Rafael, fichado este verano, y que ha sido titular habitual, máximo goleador del equipo en este primer tramo de competición y uno de los más participativos tanto en el juego en ataque como en el defensivo de Inter movistar.

Lo peor de la primera vuelta

Al igual que ha sucedido con los aspectos positivos, dos son los hechos negativos de esta primera mitad de Liga.

Por un lado, las lesiones han sido un hándicap que ha lastrado continuamente a la plantilla interista. Matías fue el primero que llegó a la enfermería del equipo verde y estuvo apartado de las canchas prácticamente dos meses. Álvaro, que se lesionó en la última jornada ante OID Talavera, ha sido el último y estará fuera cuatro semanas. Entre ambos, han pasado por la clínica Bateria, Hugo (también con una lesión de dos meses y que está a día de hoy en la recta final de su recuperación), Betao y Eka, entre otros.

Por otro, la intermitencia en el juego. Inter Movistar ha jugado a ráfagas en todos sus encuentros y eso, en algunos, lo ha pagado caro. Sobre todo desde que está Chema Jiménez, el quinteto titular sale apretando mucho al equipo rival, robando la pelota rápidamente y manejando el encuentro a su antojo. El problema llega cuando el equipo entra en un estado de desconexión total y desaparece de la cancha. Este cortocircuito cada vez dura menos minutos y, por tanto, las victorias son más fáciles de conseguir. Sin ir más lejos, en el último encuentro ante OID Talavera, en un choque dominado tanto en el juego como en el resultado (2-0), el equipo se dejó ir en los últimos 5 minutos de la primera mitad. Talavera, que hasta ese momento no había lanzado prácticamente a la meta de Juanjo, marcó el 2-1 y pudo tranquilamente empatar el encuentro. Esta vez llegó el descanso y en la segunda parte Inter Movistar sentenció el partido, pero esa pasividad temporal le ha hecho perder puntos en más de una ocasión.

El valor de ser tercero para salir campeón

Siempre quedará la duda, pero, bajo mi punto de vista, a Inter Movistar en cierto modo le perjudicó ganar la Supercopa de España. Lógicamente, ganar un título siempre suma, beneficia y da un plus para el resto de temporada. Por supuesto que es así, pero esa victoria, el verse campeón ante el Barça, el mejor equipo del 2011, junto a todos los fichajes, la renovación de la plantilla y la gran imagen mostrada en la final, hizo que el entorno se olvidara de una cosa tan básica como es que el equipo estaba aún en construcción. Se recordaba la magnífica imagen de la final pero todos se olvidaron del sufrimiento en semifinales ante Carnicer en un choque que se pudo llevar cualquiera.

Y con esta euforia, lógica, arrancó la liga y, a pesar de que se comenzó con victoria en Santa Coloma y Segovia (con el desastre ante Puertollano entre medias) poco a poco se comenzó a ver que el equipo no estaba tan bien como parecía, que faltaba tiempo de aclimatación a un conjunto que se encontraba envuelto en el continuo ritmo de competición y que no podía detenerse a mejorar lo necesario. Poco a poco fueron llegando las derrotas, los empates y las prisas por conseguir equipararse a FC Barcelona Alusport y ElPozo Murcia, a años luz en esta primera etapa liguera.

Cada dos jornadas la distancia en la clasificación era mayor y tanto catalanes como murcianos se escapaban en demasía, sobre todo tras la derrota interista en casa de ElPozo. Fue el momento en que Inter Movistar estaba peor que nunca. Inter cayó pero a partir de ese día se levantó y está dispuesto a que, a partir de ahora, nadie sea capaz de tumbarle.

Inter Movistar comprendió en ese momento que la Liga ni se gana ni se pierde en diciembre y que la diferencia a final de temporada sea de 1 o de 15 puntos. En fútbol sala, la Liga se gana en los meses de mayo y junio con la disputa de los playoffs. La distancia con los dos de arriba era un mundo (más de 10 puntos) y el objetivo de alcanzarles se antoja imposible.

Con estos referentes, Inter Movistar tenía dos posibilidades. La primera, más impulsiva, el entrarle los agobios y pensar que descolgarse era un fracaso y otro año perdido y pensar hasta en un nuevo cambio de entrenador. La segunda opción, más cabal, era la de fijarse un nuevo objetivo: quedar tercero, ser el mejor del resto del equipo, ir cogiendo la confianza suficiente, el juego grupal necesario para cuando de verdad se jueguen los títulos.

Inter Movistar optó por la segunda posibilidad y esa falta de agobios por ganar la fase regular le ha venido genial en el último tramo de competición. Cuatro victorias en las últimas cuatro jornadas avalan esto.

Por tanto, el conjunto de Alcalá de Henares deberá ir ganando, soltándose colectivamente e individualmente y tendrá que ir cuidando la tercera plaza que ha tardado en obtener y sabiendo que en mayo tendrá, posiblemente, perdido el factor cancha en semifinales y final pero conocedor de que a un partido, tanto en playoffs como en la Copa de España y en la Copa del Rey, es una gran potencia y que puede ganar a cualquier rival que tenga enfrente. De ahí, el valor de ser tercero para salir campeón.

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